Glaucoma, retinosis pigmentaria y retinopatía diabética. Concepto, características y diferencias

Texto por el usuario de Reddit Blind Insider

Hoy en día, las diversas enfermedades que producen ceguera van en aumento. Sin embargo queremos enfocarnos en las principales tres enfermedades para que de manera preventiva puedas recurrir a un especialista si presentas algún síntoma de alerta y si desgraciadamente ya la padeces, también puedas controlarla para evitar cualquier complicación futura.

Empecemos por el glaucoma.

¿Qué es el glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico del ojo. Generalmente se produce cuando se acumula fluido en la parte delantera del ojo. El exceso de fluido aumenta la presión en el ojo y daña el nervio óptico.

El glaucoma recibe su nombre del color verdoso que adquiere la pupila.

Hasta ahora no se ha podido precisar qué causa el glaucoma, sin embargo la mayoría de pacientes presentan alta presión ocular, aunque existen algunos tipos de glaucoma donde la presión es normal.

También se han detectado algunos casos de glaucoma hereditario, en donde los genes presentaban una presión ocular alta y un daño en el nervio óptico.

Aunque el glaucoma puede aparecer a cualquier edad, es mucho más frecuente en personas mayores de 60 años.

A medida que el nervio óptico se deteriora, aparecen puntos ciegos en la visión ocular ya que el nervio óptico está compuesto por más de 1 millón de fibras nerviosas como si fueran pequeños cables eléctricos, Los cuales al ir dejando de funcionar deterioran la vista y si todos dejan de servir, producen ceguera.

Por desgracia, no siempre se puede detectar  ya que la mayoría de las veces no genera síntomas hasta que ya se encuentra en una etapa avanzada.

Y como lo comenta la clínica Mayo, La presión ocular elevada se debe a una acumulación de líquido (humor acuoso) que circula dentro del ojo. Por lo general, este líquido interno drena a través de un tejido llamado malla trabecular en el ángulo en el que se juntan el iris y la córnea. Cuando se produce un exceso de líquido o el sistema de drenaje no funciona de manera correcta, el líquido no puede salir a su ritmo normal y aumenta la presión ocular.

Principales tipos de glaucoma

Los más comunes son dos:

Glaucoma crónico de ángulo abierto: Éste es el tipo de glaucoma más común que existe, por fortuna no es doloroso pero desgraciadamente al principio no causa ningún tipo de síntoma, por lo cual es más difícil detectarlo y sucede de una manera tan lenta que puedes perder la vista antes de darte cuenta.

Aquí, el ojo no puede drenar de una manera normal el fluido, pues aunque el ángulo de drenaje que se forma entre  la córnea y el iris se encuentra abierto, la malla trabecular se encuentra parcialmente bloqueada y de esta manera la presión se va elevando Y el nervio óptico se empieza a dañar.

Glaucoma de ángulo cerrado o ángulo estrecho: Este tipo de glaucoma se produce cuando el iris se encuentra demasiado cerca del ángulo de drenaje ocular, provocando así que éste se, bloquee.

Si se llega a bloquear de manera total el ángulo de drenaje, se le denomina un ataque agudo.

En este tipo de ataques y se presentan síntomas, los cuales son muy delicados y deben de tratarse de manera urgente para evitar la ceguera.

Los síntomas son:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor de cabeza intenso
  • Dolor ocular intenso
  • Visión borrosa repentina
  • Ve anillos de colores alrededor de las luces
  • Enrojecimiento de los ojos

Las personas que tienen mayor riesgo de padecer glaucoma son aquellas que:

  • Tienen más de 40 años
  • Tienen algún problema de visión como miopía o hipermetropía
  • Tienen ascendencia asiática, africana o hispana
  • Tienen parientes que hayan desarrollado la enfermedad
  • Sufrieron alguna lesión en el ojo
  • Presentan presión ocular elevada
  • Padecen diabetes, migrañas, mala circulación sanguínea o hipertensión arterial
  • Sufren de adelgazamiento de las corneas
  • Su nervio óptico se estrecha
  • Han usado esteroides por mucho tiempo

Si usted padece dos o más características de las antes mencionadas, el riesgo puede ser mayor.

¿Cómo se puede prevenir el glaucoma?

Como el glaucoma se considera una enfermedad silenciosa mientras se encuentra en etapas tempranas, la única manera de prevenirlo es hacerse revisiones oculares por lo menos una vez al año.

  1. Se recomienda llevar a cabo un estudio completo en donde su especialista:
  2. Revise el nervio óptico para asegurarse de que no haya daño
  3. Mida la presión ocular para asegurarse de qué es normal  
  4. Revise el ángulo de drenaje para cerciorarse de que no se encuentre bloqueado
  5. Medir el espesor de las Cornias
  6. Haga una prueba de visión periférica lateral.

¿Qué es la retinitis pigmentaria?

Esta enfermedad ocular Conocida como RP causa  un severo daño en la retina, dado que la retina es un tejido en forma de capa que se encuentra en la parte posterior del ojo por medio de la cual las imágenes luminosas se convierten en señales nerviosas que son enviadas a nuestro cerebro.

Las células que controlan la visión nocturna, también conocidas como bastoncillos y las células del cono retiniano son generalmente las que más se dañan con esta enfermedad.

La principal característica de esta enfermedad son los depósitos obscuros en la retina. Esta es una enfermedad poco común y en su mayoría es hereditaria por defectos genéticos. Se considera una enfermedad degenerativa de la visión, pero en la mayoría de los casos no conlleva a la ceguera total.

Entre las principales consecuencias de una persona que padece retinitis pigmentaria encontramos:

Pérdida de la visión durante la noche: Las personas con retinitis pigmentaria pueden tener una visión normal y aceptable durante el día, sin embargo en la obscuridad o durante la noche no ven. Entre más avance la enfermedad, le costará más trabajo adaptarse a la obscuridad y poder percibir algo. Es por ello que durante la noche hay que extremar precauciones para evitar accidentes y evitar lugares oscuros como los cines o los estacionamientos. Manejar o salir de casa por las noches también puede ser un grave problema.

Visión de túnel o pérdida gradual de la visión periférica lateral: tal cual lo indica su nombre, las personas empiezan a presentar problemas para distinguir objetos que se encuentran abajo o a los costados debido a que sólo pueden ver claramente hacia el frente. Esto implica que la persona necesite girar completamente su cabeza para enfocar objetos a su alrededor. Cuando esto sucede las personas ya no pueden manejar pues corren un grave riesgo, tampoco es bueno que caminen solos de noche o en espacios poco conocidos con muchos objetos alrededor con los que pudieran tropezar o, tener accidentes.

Pérdida de la visión central: Debido a los depósitos obscuros que se van formando alrededor de la retina, algunas personas también pueden generar complicaciones con la visión central. Ya no pueden enfocar objetos, sobretodo, pequeños como agujas o alfileres y también empiezan a tener problemas para leer, maquillarse en el caso de las mujeres, rasurarse en el caso de los hombres, coser etc.

La retinitis pigmentaria puede prevenirse por medio de exámenes genéticos, ya que al ser una enfermedad hereditaria quien la padece puede empezar a hacerse las pruebas desde antes de tener hijos. Por desgracia no existe cura para la enfermedad, pero se puede retrasar y mantener una buena calidad de vida con ciertos medicamentos y tratamientos.

Ahora mismo se trabaja en cirugías con retinas artificiales que han ayudado a pacientes que tienen cierto tipo de retinitis pigmentaria.

Si en su familia hay personas que padecen retinitis pigmentaria o las hubo y desea hacerse pruebas para prevenirla, usted puede recurrir a:

  • Pruebas de campo visual. Para medir la visión periférica lateral y central y conocer si existen puntos ciegos.
  • Electroretinografía. Éste estudio sirve para medir que tan bien responden sus retinas a la luz, funciona como un electrocardiograma que mide la actividad eléctrica en sus retinas.
  • Pruebas genéticas. Sin lugar a dudas este tipo de exámenes nos pueden ayudar a saber con mayor certeza si nuestros genes presentan algún indicio de esa u otra enfermedad, también nos puede dar una idea de cuán rápido avanzará  la enfermedad y si es posible realizar algún tipo de terapia genética para reemplazar los genes afectados

¿Qué es la retinopatía diabética?

Mantener niveles elevados de glucosa en la sangre durante muchos años produce alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina, El oxígeno deja de irrigarse de manera normal produciendo por consecuencia fuga de lípidos y proteínas, microaneurismas, isquemias y hemorragias en la retina.

A todo lo anterior se le conoce como retinopatía diabética.

Cuando el oxígeno no llega correctamente a la retina, se empiezan a generar nuevos vasos sanguíneos que tratan de suplir las deficiencias de los anteriores. Por desgracia esto trae peores consecuencias y se le conoce como retinopatía diabética proliferativa.

Por otro lado el daño en los capilares de la mácula o retina central  puede producir una fuga de líquido hacia el tejido de la retina, el cual se conoce como edema macular diabético, que puede resultar en una disminución muy importante de la vista.

En un principio la retinopatía diabética es difícil de detectar, puesto que los primeros cambios no sé, producen en la mácula o retina central por lo cual al inicio no afecta la visión pero cuando ocurre el edema la visión disminuye y las imágenes se hacen borrosas, es entonces cuando podemos hablar de síntomas presentes.

Algunos síntomas pueden ser:

  1. Disminución de la agudeza visual
  2. Distorsión de imágenes
  3. Sangrados intraoculares
  4. Manchas negras que impiden ver las cosas de manera clara
  5. En el peor de los casos, ceguera.

¿Cómo prevenir la retinopatía diabética?

Al ser una complicación crónica producida por la diabetes, lo principal es mantener índices óptimos de glucosa. Mantener un peso saludable y  una alimentación sana, contribuyen en gran medida a evitar no sólo la retinopatía diabética sino más complicaciones.

También hay que mantener controlada nuestra presión arterial, pues la falta de oxigenación e irrigación sanguínea afecta directamente los ojos.

Finalmente, si en su familia existen pacientes diabéticos, usted podría tener carga genética para la enfermedad; por lo cual es, importante hacerse exámenes temporalmente para detectarla en etapas iniciales. Aunque no todas las personas con familiares diabéticos pudieran desarrollarla, lo mejor es descartarla a tiempo.

Algunos estudios que puede realizarse para detectar la retinopatía diabética son:

Angiografía de contraste: por medio de este estudio se puede determinar el estado de salud de los vasos sanguíneos.

Tomografía óptica de coherencia: esta sirve para evaluar el edema en la mácula analizando las diversas capas de la retina para detectarlo aunque sea en etapas precoces incluso antes de que el paciente presente alteraciones en la visión.

Si el paciente diabético presenta sangrados en los vasos capilares, tal vez el oftalmólogo le sugiera empezar un tratamiento con láser para evitar que el sangrado continúe.

El edema macular se trata con medicamentos antiangiogénicos y corticoides, Los cuales bloquean los principales factores de la fuga de líquido.

Para el desprendimiento de la retina, se utiliza una cirugía llamada vitrectomía en la cual se retira el Vitreo, para permitir el reacomodo de la retina en su posición anatómica original.

BIBLIOGRAFÍA:

https://www.aao.org/salud-ocular/enfermedades/que-es-la-glaucoma

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/glaucoma/symptoms-causes/syc-20372839

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001029.html